Costa Rica Sacudida por Escándalo de Narcotráfico y Corrupción que Alcanza a Altas Esferas

Tegucigalpa / San José – Los cimientos del poder en Costa Rica han sido remecidos por el mayor escándalo de corrupción y narcotráfico en la historia reciente del país. Este caso de gran repercusión regional también toca a Honduras, Guatemala, México y Estados Unidos, revelando la preocupante penetración del crimen organizado en las estructuras gubernamentales. Proceso Digital comparte este importante análisis de InSight Crime para sus lectores, con el debido crédito.

La Captura del Exministro Celso Gamboa Sánchez
El 23 de junio, Celso Gamboa Sánchez, quien fue ministro de Seguridad de Costa Rica entre 2014 y 2015, fue capturado en San José. Su arresto se produjo tras una solicitud de extradición presentada por Estados Unidos, luego de la aprobación de una reforma constitucional en mayo de 2025 que habilita la extradición de ciudadanos costarricenses por delitos vinculados al narcotráfico.

La solicitud de extradición, a la que InSight Crime tuvo acceso, alega conexiones entre redes de narcotráfico y altos cargos políticos costarricenses. Gamboa enfrenta cargos por conspiración y complicidad para traficar y distribuir cocaína con destino a Estados Unidos. Las autoridades estadounidenses lo identifican como el coordinador en Costa Rica de una red narcotraficante regional vinculada al poderoso Clan del Golfo colombiano (también conocido como los Gaitanistas o Urabeños) y al temido Cartel de Sinaloa mexicano.

Rol Clave de Gamboa y Acusaciones de la DEA
Según una investigación de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA), Gamboa presuntamente desempeñaba un papel crucial en la coordinación de la recepción de cocaína en Costa Rica. Esta droga, enviada por el Clan del Golfo y otras redes colombianas y panameñas, era luego almacenada y redistribuida hacia Honduras, Guatemala, México y Estados Unidos.

Declaraciones de fuentes confidenciales de 2023, incluidas en la investigación de la DEA, señalan que Gamboa afirmó tener la capacidad de recibir cargamentos de cocaína a través de las costas atlántica y pacífica costarricenses, asegurando que el gobierno del actual presidente, Rodrigo Chaves Robles, facilitaría la entrada de estos cargamentos sin interferencias.

Por su parte, el presidente Chaves Robles ha negado cualquier vínculo con el exministro y ha acusado al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de no investigar adecuadamente. Sin embargo, Randall Zúñiga, director del OIJ, calificó el arresto como un «hito» y «un paso importantísimo en la lucha contra la criminalidad».

Análisis de InSight Crime: Corrupción en Aumento
La evidencia reciente que vincula al gobierno de Costa Rica con redes de narcotráfico revela una corrupción en expansión que acompaña el creciente protagonismo del país en el mercado de drogas, alcanzando los más altos niveles del gobierno.

El caso Gamboa no es el único escándalo que atraviesa a altos mandos costarricenses. El 1 de julio, la Corte Suprema solicitó al Congreso retirar la inmunidad del presidente Chaves Robles para que pueda enfrentar cargos por corrupción relacionados con la contratación de consultorías financiadas por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) en 2023.

A estos hechos se suman una ola de casos recientes que involucran a jueces, fiscales, abogados y personal administrativo presuntamente responsables de robar propiedades y terrenos en desuso para, a través del fraude registral, lavar dinero y repartir ganancias.

Anteriormente, los casos de corrupción ligados al narcotráfico se habían dado, en su mayoría, a escalas menores en instituciones locales, involucrando a funcionarios de tránsito, personal de salud que facilitaba el traslado de droga en ambulancias, policías involucrados en robos de cargamentos y venta de droga, e incluso funcionarios judiciales que filtraban información operativa a grupos criminales.

Si bien otros funcionarios de alto nivel han sido vinculados al tráfico de drogas, como el caso de José Fabio Pizarro Espinosa (exdirector de la policía de Costa Rica) o del expresidente del BCIE, Ricardo Alem, Gamboa es el funcionario de más alto nivel en ser arrestado por presuntos vínculos con traficantes de drogas.

En los últimos años, Costa Rica ha cobrado mayor relevancia como punto de tránsito de cocaína dirigida a Europa y Estados Unidos. Solo en 2024, las autoridades incautaron 27 toneladas de cocaína, 5.6 toneladas más que en 2023, mientras que las cifras de homicidios se dispararon en zonas estratégicas para el narcotráfico como Limón, el principal puerto del país.

A medida que Costa Rica asume un rol cada vez más central como país de tránsito, los grupos narcotraficantes han intensificado sus esfuerzos por establecer alianzas con actores locales como Gamboa, permitiéndoles consolidar rutas y capacidad logística, volviéndose más sofisticados y poderosos.

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