La parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, la Unidad local de Bomberos y el Gobierno Municipal de Cortazar lamentaron profundamente el fallecimiento del niño guanajuatense Andrés Alejandro Santana Hernández, de 14 años, quien murió tras ser atacado por cocodrilos en la comunidad de Barra de Santa Ana, municipio de Lázaro Cárdenas, Michoacán.
El menor, originario de Cortazar, se encontraba de vacaciones con su familia cuando ocurrió la tragedia el pasado viernes 18 de julio.
Andrés Alejandro era monaguillo parroquial, miembro de la Banda de Guerra del Cuerpo de Bomberos y cursaba la secundaria en la escuela Ingeniero Antonio Madrazo de su ciudad natal.
Según informes preliminares, el adolescente cayó desde un puente peatonal al cuerpo de agua conocido como “El Caimán”, una laguna costera habitada por cocodrilos, mientras observaba a los reptiles.
Testigos indicaron que el menor pudo haber intentado brincar entre dos secciones del puente o se apoyó en una zona inestable que colapsó, provocando su caída.
En cuestión de segundos, Andrés fue arrastrado por los cocodrilos ante la mirada atónita y desesperada de sus familiares. Aunque se alertó de inmediato a las autoridades, los esfuerzos de rescate no lograron localizarlo a tiempo.
Elementos de Protección Civil, policías municipales y estatales, así como personal de la Fiscalía General del Estado de Michoacán, desplegaron una búsqueda por agua y tierra que, hasta el cierre de esta edición, continúa activa.
El presidente municipal de Lázaro Cárdenas, Manuel Esquivel Bejarano, aseguró que se han destinado todos los recursos necesarios para encontrar al menor y brindar apoyo a su familia.
Además, la Fiscalía abrió una carpeta de investigación para determinar si hubo omisiones en el mantenimiento del puente o en la señalización del área, la cual es conocida por el avistamiento de fauna silvestre.
La noticia ha causado una profunda conmoción tanto en Michoacán como en Guanajuato. En Cortazar, la comunidad ha mostrado solidaridad con la familia de Andrés Alejandro, recordándolo como un joven comprometido con su parroquia, su escuela y su comunidad.
Este trágico suceso reavivó el debate sobre la seguridad en zonas turísticas y naturales del país.
Expertos insisten en la necesidad de garantizar infraestructura segura, señalética visible y protocolos de protección eficaces, especialmente en áreas donde habita fauna peligrosa.
Autoridades de Michoacán han exhortado a la población a extremar precauciones al visitar entornos silvestres, evitar acercarse a los bordes de cuerpos de agua y no apoyarse en estructuras inestables. También subrayaron la importancia de supervisar constantemente a los menores.
Mientras las labores de búsqueda continúan, se espera que las investigaciones aporten claridad a los hechos, se haga justicia en caso de negligencia y se tomen medidas preventivas para evitar que tragedias como la de Andrés Alejandro vuelvan a ocurrir.